Desde hace más de un siglo, se sabe que algunos microorganismos (como bacterias y levaduras) pueden favorecer la salud cuando se consumen en cantidades apropiadas. Estos microorganismos vivos, conocidos como probióticos, han ganado relevancia en el tratamiento de los trastornos gastrointestinales más comunes, como la diarrea y el estreñimiento.
En esta entrada, profundizamos sobre los probióticos y cuáles son más adecuados para tu salud digestiva.
¿Qué son los probióticos?
En primer lugar, para comprender el papel que pueden desempeñar los probióticos en la salud, es importante conocer las funciones de la microbiota intestinal.
El tracto gastrointestinal humano alberga una vasta comunidad de bacterias, virus, hongos, arqueas y protozoos -conocida como microbioma- que facilitan la digestión, el suministro de nutrientes y la configuración de nuestro sistema inmunitario.
En este sentido, los probióticos son bacterias beneficiosas que habitan en nuestro intestino y mejoran la salud general del organismo, facilitando la absorción de nutrientes, estimulando la digestión y fortaleciendo nuestras defensas.
La buena noticia es que están presentes de forma natural en algunos alimentos fermentados o en complementos alimenticios. ¡Sigue leyendo y descúbrelos!
Beneficios de los probióticos
Entre los principales beneficios de los probióticos, podemos destacar:
- Combatir y prevenir enfermedades intestinales, tales como la colitis, el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn.
- Regular el tránsito intestinal, reduciendo el estreñimiento y la diarrea.
- Ayudar a generar anticuerpos: muy útiles para conseguir un sistema inmunológico a prueba de enfermedades e infecciones.
- Aumentar la absorción de nutrientes, como vitamina B, calcio y hierro.
- Ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo, dada la relación directa entre el equilibrio de nuestra flora intestinal con una disminución de enfermedades como la ansiedad o la depresión.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que no todos los probióticos son iguales. Cada uno de ellos presenta propiedades distintas que nos beneficiarán en distintas áreas de nuestra salud.
Por este motivo, es importante tener unos conocimientos básicos de los probióticos que podemos encontrar.
Tipos de probióticos
Los probióticos se diferencian a través de las siguientes características: su género, su especie y su cepa.
Para dar soporte a nuestro sistema digestivo, será importante tener en cuenta algunas de las siguientes cepas de probióticos:
Bifidobacterium longum (BB536) | Ayuda a mantener la salud del tracto intestinal y el sistema inmunológico, así como también a proteger contra posibles infecciones. Además, se ha demostrado que mejora la función intestinal, tiene un efecto protector contra la diarrea y reduce los efectos secundarios del tratamiento con antibióticos, como la diarrea asociada con antibióticos. |
Bifidobacterium animalis spp Lactis (BIFOLAC® 12) | Cepa probiótica altamente investigada y clínicamente probada para mejorar el estreñimiento. Se ha demostrado que alcanza el intestino vivo a través de cambios microbianos confirmados en las heces y la recuperación fecal. |
Saccharomyces cerevisiae | Inhibe el crecimiento de bacterias patógenas y también combate la diarrea asociada a los antibióticos. |
Lactobacillus acidophilus (BIFOLAC® 5) | Produce ácido láctico, ácido acético y peróxido de hidrógeno; estos metabolitos hacen que el ambiente intestinal sea menos favorable para el crecimiento de microorganismos potencialmente patógenos. También ayuda al restablecimiento de la microbiota intestinal normal. |
Lactobacillus rhamnosus (BIFOLAC® PB01) | Se adhiere fuertemente a las células epiteliales intestinales, lo que indica una capacidad de excluir patógenos del epitelio gastrointestinal. Además, ha exhibido un fuerte potencial para inhibir el crecimiento de varias bacterias patógenas. |
Es importante destacar que no todos los probióticos son iguales ni ofrecen las mismas soluciones. Recomendamos que su consumo esté siempre recomendado por un especialista y se realice como complemento de una dieta saludable y equilibrada.
Si te interesa profundizar, aquí puedes descubrir los géneros principales de organismos microbianos más utilizados en los productos probióticos:
Principales fuentes de probióticos
Si buscas añadir probióticos a tu dieta, que sepas que tienes muchas opciones a tu alcance. Desde fuentes naturales en alimentos y bebidas, hasta suplementos dietéticos que puedes comprar en tu farmacia más cercana. ¡Veamos algunos ejemplos!
1- Yogur
En primer lugar, os recomendamos una de las fuentes naturales de probióticos más populares y fáciles de conseguir en cualquier supermercado: el yogur.
Para elaborarlo se añaden bacterias (probióticos) a la leche, que fermentan la lactosa (el azúcar de la leche) y la convierten en ácido láctico, que aporta la acidez característica del yogur.
Por lo tanto, este alimento fermentado puede contener bacterias beneficiosas para un equilibrio saludable en el intestino, permitiendo controlar los gases, la diarrea y otros problemas estomacales.
¿Y cómo puedo saber si un yogur es probiótico? Busca en la etiqueta la frase “contiene cultivos vivos activos” o “contiene probióticos”; porque no cualquier yogur contiene los microorganismos vivos necesarios para restaurar la flora intestinal.
2- Chucrut
En segundo lugar, el chucrut es un alimento fermentado rico en probióticos que aporta numerosos beneficios para la salud intestinal.
Se obtiene a partir de la fermentación natural del repollo con sal, un proceso que fomenta el crecimiento de bacterias beneficiosas, como los lactobacilos, que favorecen el equilibrio de la microbiota intestinal.
Su consumo regular ayuda a mejorar la digestión y, además, el chucrut es una fuente de fibra, vitaminas C y K, y antioxidantes, lo que lo convierte en un alimento altamente nutritivo y beneficioso para el bienestar general. Puedes incorporarlo en ensaladas o como acompañamiento de tus platos favoritos.

3- Kéfir
En tercer lugar, el kéfir es un alimento fermentado con un alto contenido de probióticos, lo que lo convierte en un excelente aliado para la salud intestinal.
Se elabora a partir de leche y nódulos de kéfir, una combinación de bacterias y levaduras beneficiosas que transforman la lactosa en ácido láctico, dando lugar a una bebida de sabor ligeramente ácido y textura cremosa. De hecho, a menudo, se compara su sabor con el del yogur.
Gracias a su diversidad de microorganismos, el kéfir favorece el equilibrio de la microbiota intestinal, mejora la digestión y fortalece el sistema inmunológico. Además, es una fuente de vitaminas, minerales y proteínas, lo que lo convierte en un alimento altamente nutritivo.
Si no sabes cómo incorporar este alimento en tus platos, te animamos a probar estos deliciosos espaguetis de calabacín con salsa de kéfir y mango, de Núria Bartolomé.
4- Pepinillos
En cuarto lugar, los pepinillos fermentados son una excelente fuente de probióticos que benefician la salud intestinal.
A través de la fermentación láctica, los azúcares naturales de los pepinos se transforman en ácido láctico, promoviendo el crecimiento de bacterias beneficiosas como los lactobacilos.
Este proceso no solo les confiere su característico sabor ácido, sino que también enriquece el alimento con microorganismos que ayudan a equilibrar la microbiota intestinal.
No confundir con los pepinillos encurtidos, ya que se conservan generalmente en un medio ácido (generalmente vinagre), donde las bacterias no pueden sobrevivir.
Por otro lado, si buscas más ejemplos de alimentos probióticos, ¡haz clic aquí!
En resumidas cuentas, incluir en tu dieta diaria algunas raciones de alimentos ricos en probióticos naturales puede ser una forma fácil y eficaz de estimular tu microbiota intestinal.
Prueba a hacer estos cambios sencillos que te proponemos. ¡Añadirás un poco más de sabor y variedad a tu menú semanal!
5- Suplementos probióticos
Finalmente, puedes ayudar a tu microbiota intestinal con complementos probióticos. Por ejemplo, si quieres frenar la diarrea, te recomendamos Vilardell Digest Probisec, que contiene cepas de probióticos que han demostrado reducir su duración y severidad.
Por último, es importante recalcar que no todos los alimentos y suplementos etiquetados como probióticos tienen beneficios probados para la salud. Antes de tomar probióticos para mejorar tus digestiones o el tránsito intestinal, asegúrate de que cuentan con estudios que demuestran su eficacia.
Bibliografía:
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