Los síntomas para identificar las digestiones pesadas son las molestias que aparecen en el abdomen, durante o inmediatamente después de la toma de alimentos o bebidas. Algunos de los más frecuentes son:

• Molestias abdominales
• Regurgitación del contenido del estómago
• Sabor desagradable en la boca
• Ardor en el estómago o en el pecho (acidez)
• Sensación de plenitud o hinchazón
• Flatulencias
• Producción de eructos
• Sensación de malestar (náuseas)

Las causas de las malas digestiones y los gases pueden ser muy variadas. Las más frecuentes son un estilo de vida y alimentación poco saludables, aunque también existen otros factores, como tener problemas digestivos por estrés y ansiedad.

• Dietas altas en alimentos procesados o con muchas grasas
• Dietas pobres en fibra
• Mala masticación o ingesta rápida de los alimentos
• Desorden en los horarios de las comidas
• Periodos de estrés
• Cambios en la alimentación, como en dietas concretas
• Obesidad y vida sedentaria
• Tabaco y alcohol
• Toma de ciertos medicamentos

Algunos de los consejos para mejorar las digestiones pesadas son:

• Reduce el consumo de alimentos grasos, como fritos y guisados
• No realices comidas copiosas, come despacio y mastica bien los alimentos
• Sigue una dieta rica en fibra: incluye cereales integrales, verduras, hortalizas y frutas en tus comidas
• Camina para estimular los movimientos del tracto digestivo y el vaciamiento gástrico
• Evita alimentos difíciles de digerir, como los de alto contenido en grasa
• Bebe abundantes líquidos: entre 1,5 y 2,5 litros al día
• Evita el consumo de alcohol, tabaco y café
• Acompaña la comida de una infusión, como anís estrellado, menta, melisa, manzanilla…
• Controla el consumo de bebidas con gas