Una de las preguntas más frecuentes sobre salud digestiva es si la ansiedad puede causar estreñimiento. Lo cierto es que existe un diálogo bidireccional en el eje intestino-cerebro que hace que el estado de ánimo afecte a la microbiota intestinal y viceversa. Esto se debe a la conexión entre el cerebro y el sistema digestivo. Por ello, cualquier desequilibrio emocional puede suponer también un desequilibrio de las bacterias del intestino y al revés. Es así como ansiedad y estreñimiento muchas veces se ven relacionados.  

De este modo, los trastornos mentales como la ansiedad también pueden causar o agravar otros síntomas gastrointestinales, tales como náuseas, dolor de estómago y cambios en los movimientos intestinales. 

En este artículo, tratamos algunos de los posibles vínculos entre ansiedad y estreñimiento, y te contamos cómo mejorar los síntomas.  

¿Qué problemas digestivos por ansiedad podemos sufrir?

El sistema nervioso del intestino es tan influyente en tantos procesos del organismo que algunos investigadores consideran que el intestino es nuestro segundo cerebro. De hecho, el estado de la microbiota afecta a las emociones y, a su vez, alteraciones en nuestro ánimo pueden producir cambios en la microbiota. De esta forma, podemos decir que el estreñimiento, así como otras afecciones digestivas, puede tener una causa emocional.

A continuación, te detallamos los problemas digestivos por ansiedad más frecuentes:  

Estreñimiento por ansiedad  

Como ya se ha comentado, la ansiedad puede causar estreñimiento. Cuando estamos sometidos a mucho estrés o sufrimos un ataque de ansiedad, el cerebro activa una respuesta de lucha o huida, liberando hormonas como el cortisol y la epinefrina, que afectan directamente a la digestión y a la función intestinal. 

Probablemente habrás notado que en casos de máximo estrés o ansiedad los latidos se aceleran, y aumenta tanto la circulación sanguínea como la frecuencia respiratoria. Por ello, hormonas como el cortisol y la epinefrina redirigen el flujo sanguíneo del intestino a órganos vitales como el cerebro, el corazón o los pulmones. 

Como resultado, el movimiento intestinal se ralentiza y aparece el estreñimiento. En el caso de la ansiedad, dado que los síntomas tienden a alargarse en el tiempo y la microbiota se suele ver alterada, se puede producir estreñimiento crónico. 

Además, cuando no nos sentimos bien emocionalmente, es más probable que sigamos una dieta poco saludable, hagamos menos ejercicio o nos olvidemos de mantenernos hidratados. Así, el conjunto de todos estos factores puede empeorar el estreñimiento. 

Inflamación intestinal 

En respuesta al estrés, el cuerpo segrega más hormona CRF (hormona liberadora de corticotropina) en los intestinos. Esta hormona actúa directamente sobre ellos, ralentizando sus movimientos y provocando inflamación.  

Además, existe un patrón de desequilibrio de la microbiota, conocido como disbiosis, característico en personas con depresión y ansiedad. Este desajuste suele provocar inflamación intestinal, característica de los pacientes con estos trastornos mentales. 

Aumento de la permeabilidad intestinal 

El estrés y la ansiedad también pueden provocar un aumento de la permeabilidad intestinal causada por una disbiosis. La permeabilidad aparece cuando se altera la barrera intestinal y esto provoca que sustancias que normalmente serían expulsadas de nuestro organismo lleguen al intestino.  

Así, la permeabilidad permite la entrada de compuestos inflamatorios en los intestinos, lo que puede generar una sensación de hinchazón abdominal. 

¿Cómo quitar el estreñimiento por ansiedad? 

Existen varias métodos que pueden ayudarte a controlar el estrés y la ansiedad, y, a su vez, reducir el estreñimiento. A continuación tienes algunas opciones que te animamos a probar. ¡Ten en cuenta que todas en conjunto harán un mayor efecto! 

Hacer ejercicio con regularidad. La actividad física alivia la tensión y estimula la liberación de unas sustancias químicas en el cerebro llamadas endorfinas, que actúan como analgésicos naturales. Las endorfinas también mejoran el sueño, lo que puede ayudar a sentirnos mejor emocionalmente. Además, el ejercicio físico fomenta la regularidad intestinal normal.  

Practicar yoga. Esta práctica combina posturas físicas con técnicas de respiración y meditación que te ayudarán a relajarte y conectar contigo misma. Además, muchas de las posturas típicas del yoga mejoran la digestión y el tránsito intestinal.  

Meditación. La meditación puede aportarte una sensación de paz y equilibrio que beneficiará tanto tu bienestar emocional como tu salud general. Puedes practicar técnicas de meditación para relajarte y lidiar con el estrés. Algunos investigadores sugieren que esta técnica puede ayudar a controlar los síntomas de afecciones como el cáncer o el síndrome de colon irritable.  

Desarrollar habilidades de gestión del tiempo. Una parte importante de la reducción del estrés y la ansiedad es el autocuidado. Para muchos, esto implica gestionar el tiempo de la forma más eficaz posible. 

Tomar probióticos. La composición de la microbiota intestinal a menudo se ve alterada por los efectos negativos de los trastornos mentales. Los probióticos ejercen un efecto beneficioso en la irregularidad intestinal y la hinchazón inducidas por el estrés y la ansiedad, ya que pueden restablecer la microbiota intestinal.  

En resumen, si la ansiedad y el estreñimiento se convierten en tus eternos compañeros de viaje, te recomendamos que pongas en práctica nuestros consejos y hables con tu médico. Tampoco dudes en pedir ayuda psicológica. Solo así podrás encontrar soluciones tanto para aliviar tu ansiedad, como para mejorar el estreñimiento. 

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