Después de darle la bienvenida a la primavera, y a pesar de que es una de las mejores épocas para nosotros (y nuestro organismo), es importante saber cómo nos afecta de manera integral.
Los cambios de estación conllevan variaciones de temperatura, humedad, presión atmosférica, horas de sol… Como consecuencia, estas variables también influyen en nuestro aparato digestivo positiva y negativamente.
Por un lado, nos ayuda a mejorar la alimentación, ya que hay más variedad de vegetales y frutas, pero también aumentan los casos de úlceras pépticas (gástricas y duodenales). Para evitar estos y otros males en nuestro sistema digestivo, es recomendable seguir algunos consejos:
- Prioriza los alimentos de temporada. A pesar de que hoy en día, casi cualquier alimento puede comerse independientemente de la época del año del que sea originario, siempre es más recomendable hacerlo cuando están más frescos para conservar sus propiedades.
- Añade fantasía a tus platos haciendo ensaladas de todo tipo (frutas, verduras, legumbres…). ¿Quién ha dicho que la ensalada es solo para verano?
- Evita el sedentarismo. Ahora, con el buen tiempo, apetece pasar más tiempo al aire libre, caminar, disfrutar de pasear al sol, de hacer ejercicio en el parque…
- Duerme las horas recomendadas. Los horarios se trastocan y con ellos tu descanso, presta especial atención en esta época.
- Hidrátate siempre. El agua es nuestro gran aliado, mantente siempre bien hidratado para ayudar a tu organismo y mejorar la digestión.
Y, sobre todo, disfruta de nuestra primavera. El ocio es importantísimo para una vida saludable, ya que eliminar el estrés es clave para una salud fuerte.