Con el verano, las vacaciones y el calor hacen que la rutina en nuestra dieta cambie, llegando a cometer excesos y desequilibrios. Para evitarlo, hoy te traemos 10 consejos básicos para cuidar tu alimentación en esta época del año:
- Hidratación: Incrementar la ingesta de agua y de frutas y hortalizas que podemos tomar en forma de gazpacho o sopas frías.
- Dieta Mediterránea: Aconsejamos seguir un patrón de dieta mediterránea todo el año, lo que incluye también el verano: aceite de oliva; consumo diario de frutas y verduras; pan y otros alimentos procedentes de cereales (pasta, arroz y especialmente sus productos integrales) o legumbres; moderar el consumo de carnes rojas y procesadas sustituyéndolas por pescados y huevos; promover la ingesta de alimentos poco procesados y favorecer el de alimentos frescos.
- Frutas y hortalizas de temporada: En esta época hay abundancia de frutas y hortalizas que, además de hidratarnos, son muy bajas en calorías. A media mañana y a media tarde son buenos momentos para tomar piezas de fruta o porciones de sandía o melón que, aunque tengan un sabor muy dulce, tienen un bajo aporte de azúcares, pudiendo, también, consumirse por las personas con diabetes.
- Eliminar las bebidas calóricas: Si se quiere controlar el peso, deberían eliminarse completamente todas las bebidas que aporten calorías (refrescos azucarados, bebidas alcohólicas o bebidas “sin alcohol”) y sustituir el azúcar por edulcorantes que no aporten calorías. Pueden sustituirse por agua, bebidas light o sin azúcar e infusiones.
- Moderar el consumo de carne: Hay que moderar el consumo de carne roja. Se aconseja tomar más raciones de pescado que de carne a la semana, en torno a 5-6 de pescado de las cuales al menos 3 deberían ser de pescado azul.
- Moderar la ingesta de comida: Moderar las cantidades de comida y controlar las cantidades de alimentos que, aun siendo saludables, aporten más calorías para no tomar un exceso de los mismos (frutos secos, legumbres, pasta, arroz).
- Recetas sencillas: Para no incrementar el aporte calórico de la alimentación en verano, la forma de elaboración de los platos debe ser sencilla. Tomar las verduras crudas, por ejemplo, es la mejor forma de aprovechar todas sus vitaminas y minerales.
- Limitar el consumo de grasas: Debemos optar por grasas saludables como el aceite de oliva y reducir el consumo de otras grasas menos saludables. La forma de cocinar los alimentos condiciona de manera directa su consumo, por eso proponemos elaboraciones sencillas, como plancha, en su jugo, cocido, etc.
- Helados, sólo ocasionalmente: Los dulces y helados no son alimentos fundamentales y no constituyen una parte esencial de la alimentación saludable, por lo que no deberían formar parte de nuestra dieta habitual. Se recomienda revisar su composición nutricional y que su consumo sea ocasional y controlado. En el caso de los postres o los tentempiés, es aconsejable el consumo de fruta o de postres lácteos, ya que nos permitiría aportar prebióticos y probióticos.
- Incrementar la actividad física: Recomendamos hacerlo al menos unas 4 o 5 veces por semana. Para no aumentar de peso, debemos quemar más calorías de las que ingerimos y la forma más saludable para lograrlo es mediante la actividad física.