Hay un sinfín de formas que pueden hacer descarrilar tu rendimiento deportivo y tus planes de ejercicio: lesiones, agotamiento y deshidratación, por nombrar algunas. Pero, ¿sabías que la digestión también juega un papel importante?
El papel de la microbiota en el ejercicio
Hay muchas cosas que ocurren en el intestino que ayudan a nuestro cuerpo a funcionar correctamente. El sistema digestivo alberga miles de cepas de bacterias beneficiosas que ayudan a descomponer los alimentos, permitiéndole obtener más nutrientes de los alimentos. El ejercicio, combinado con una dieta rica en fibra y nutritiva, puede ayudar a aumentar las bacterias intestinales «buenas» y promover la diversidad y la armonía de los microbios. En nuestro blog hablamos anteriormente del impacto del ejercicio físico en tu microbiota. Cuando no hay suficientes bacterias del tipo correcto, o si se introducen las del tipo incorrecto, el impacto en el sistema digestivo puede ser inmediato. Los síntomas más comunes pueden incluir calambres, acidez o irregularidad, repercutiendo directamente en el rendimiento deportivo.
¿Qué se puede hacer para mejorar el rendimiento?
Los atletas de resistencia prestan mucha atención a su nutrición mientras entrenan, así como en los días previos a sus entrenamientos. Siguiendo sus pasos, aquí dejamos una serie de consejos para mejorar tu rendimiento desde la nutrición:
- Come alimentos con suficiente fibra. La fibra es la parte estructural de una planta, por lo que se encuentra en alimentos buenos para la salud como las frutas, las verduras, las judías y los cereales integrales.
- Mantente hidratado. Para garantizar un rendimiento óptimo, debes beber agua antes y durante toda la sesión de ejercicio.
- Consigue bacterias buenas. Los probióticos, que se encuentran en el yogur y otros alimentos fermentados, pueden favorecer la salud digestiva. En nuestro blog te recomendamos los probióticos más adecuados para tu salud digestiva.
- Consume proteínas saludables, construyen y reparan los músculos. Algunas de las más recomendadas son huevos, pescado, pollo y almendras.
- Tómate tu tiempo. Un plan de entrenamiento de menor intensidad puede ser muy beneficioso y aumentar las posibilidades de que te comprometas con el programa de ejercicios.
El ejercicio y la digestión van de la mano
El ejercicio no es sólo para mejorar la musculatura, también es bueno para el tracto digestivo. El ejercicio estimula la contracción de los músculos, lo que puede favorecer la regularidad. También es un gran reductor del estrés, por lo que es especialmente bueno para aquellos cuyo sistema digestivo se resiente cuando están estresados.