Tu postura tiene un gran impacto en tu salud digestiva. Descubre cómo mejorarla
Muchos de los problemas digestivos los asociamos a desórdenes alimenticios. Si bien una gran parte pueden deberse a este motivo, otros tienen que ver con otros factores, como la postura que adoptamos.
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Muchos de los problemas digestivos, como los ardores, los gases o el estreñimiento, los asociamos a desórdenes alimenticios. Si bien una gran parte pueden deberse a este motivo, otros tienen que ver con otros factores; por ejemplo, la postura que adoptamos en también cumple una función importante. Cuando hablamos de postura corporal, es importante recordar que el funcionamiento correcto de nuestros órganos depende de la posición de nuestro organismo. Y el sistema digestivo, como no podía ser de otra manera, no es una excepción.

Errores comunes en nuestra postura:

Cuando pasamos muchas horas sentados en un escritorio, mirando el ordenador, con el cuello inclinado y la cabeza y los hombros adelantados, la parte superior de la espalda adopta una postura redondeada. En este caso, es muy posible que el sistema digestivo sufra, ya que esta posición puede influir de forma negativa en el esófago y el estómago. Otro error muy usual es cuando la pelvis no se encuentra bien alineada y se incrementa la presión dentro del abdomen, lo que puede provocar trastornos digestivos como ardor o indigestión. Si estás inclinad hacia delante, doblado a la altura del estómago, añades presión al mismo. Además, si lo haces después de la hora de comer, cuando estás más lleno, pueden llegar los problemas de ardor. Al mismo tiempo, el espacio del que disponen los órganos internos puede verse reducido, por lo que la motilidad gástrica e intestinal estará afectada. Además, una postura incorrecta produce compresión en los vasos sanguíneos, provocando que el oxígeno y los nutrientes no lleguen a las células de un modo adecuado. En este sentido, con una postura encorvada, los pulmones no tienen todo el espacio que necesitan para expandirse en su totalidad.

Consejos para una mejor postura:

Para mantener una postura saludable, la articulación sacroilíaca debe estar bien pegada al respaldo. Además, es importante que las rodillas mantengan un ángulo de 90º o más. De este modo, se crea una curvatura en la zona lumbar y los hombros van hacia atrás de manera natural. El peso corporal se apoya en la pelvis y la musculatura de la parte anterior del cuerpo estará más relajada, permitiendo al sistema digestivo realizar sus funciones de forma adecuada, en lugar de mantenerlo comprimido el tiempo que pasas sentado. La postura es un hábito y, como tal, se debe ir corrigiendo poco a poco. Al principio nos costará mantenerla, incluso puede que nos moleste un poco mantener la postura correcta., pero en base a repeticiones, poco a poco iremos notando cómo el cuerpo se posiciona correctamente de manera automática. Recomendamos establecer alarmas regulares como un recordatorio para corregir la postura. Cuando estás centrado en tu trabajo, es fácil olvidar cómo estás sentado (o parado) y volver a las malas posiciones. También debemos reducir el sedentarismo en nuestra rutina, sobre todo si tenemos un trabajo que implique poca movilidad. Por este motivo, es recomendable realizar ejercicios posturales adaptados a nuestra situación personal, que nos ayudarán a mejorar y conseguir una posición adecuada. El yoga es una práctica muy recomendada para mejorar nuestra postura y, en consecuencia, nuestra salud digestiva.

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