¿Sabías que los casos ocasionales o leves de reflujo y acidez estomacal pueden prevenirse adoptando algunos simples cambios en tus hábitos?  

Si este es tu caso y buscas una solución natural, ¡no te preocupes y echa un vistazo a estos 8 consejos para combatir la acidez y reflujo! 

Síntomas y causas del reflujo y acidez estomacal

Para empezar, el reflujo gastroesofágico, también conocido como acidez estomacal, es uno de los problemas digestivos más comunes.  

Se trata de una sensación de ardor que puede venir acompañada de otros síntomas (regurgitación, náuseas, vómitos, tos, mal aliento o dolor de garganta) y se produce cuando el paso del esófago al estómago queda mal cerrado y deja que pase contenido gástrico.  

Eso provoca que el contenido del estómago regrese, o haga reflujo, hacia el esófago y lo irrite. Los casos ocasionales o leves de reflujo ácido pueden prevenirse adoptando algunos sencillos cambios en tus hábitos.

Los motivos que causan reflujo y acidez estomacal pueden ser varios, como:  

• Estar embarazada, por la presión que ejerce el feto sobre el vientre 
• Padecer obesidad 
• Sufrir hernia de hiato 
• Ser fumador 
• Tomar ciertos medicamentos 

¿Por qué es importante remediar el reflujo y la acidez estomacal?

El reflujo gástrico debe tratarse, no sólo por la incomodidad de los síntomas, sino porque, con el paso de los años, la acidez gástrica puede afectar a las paredes del esófago y dar lugar al llamado “Esófago de Barrett«. 

Esta enfermedad por reflujo gástrico se relaciona con un mayor riesgo de padecer cáncer de esófago y, si bien el peligro es bajo, ahí radica la importancia de controlar los síntomas del reflujo y la acidez estomacal.

A continuación, aquí tienes 8 consejos para combatir el reflujo y la acidez estomacal: 

1- Come despacio y con moderación

En primer lugar, cuando el estómago está muy lleno, puede haber más reflujo hacia el esófago.  

Además, dado que el estómago tarda 20 minutos en enviarnos señales de saciedad, si comemos más rápido podemos comer más de lo necesario y masticar menos, lo que se traduce en más trabajo para el estómago.

Por eso, si la rutina te lo permite, recomendamos intentar comer pequeñas comidas con más frecuencia en lugar de tres grandes comidas diarias.

2- Evita ciertos alimentos 

En segundo lugar, algunos alimentos son más propensos que otros a desencadenar el reflujo gástrico, como por ejemplo:

	Alimentos grasos y fritos
	Alimentos picantes o muy condimentados
	Alimentos ácidos (cítricos, tomates y vinagretas)
	Ajo y cebolla
	Chocolate y menta
	Bebidas con cafeína (café, té y derivados)
	Alcohol

Si comes cualquiera de estos alimentos regularmente puedes intentar eliminarlos para ver si al hacerlo controlas tu reflujo y luego intentar agregarlos de nuevo paulatinamente. 

3- Reduce el consumo de bebidas con gas

En tercer lugar, las burbujas de las bebidas con gas son irritantes para la mucosa de todo el tracto digestivo y estimulan la producción de más ácido gástrico.  

En cambio, te recomendamos beber infusiones como la manzanilla o el romero, que ayudan a calmar el reflujo y la acidez estomacal. 

4- Mantente despierto después de comer 

En cuarto lugar, si estamos erguidos, oprimimos menos el esfínter esofágico inferior, un anillo muscular que impide que los ácidos del estómago suban al esófago. 

Por lo tanto, cuando estamos de pie o sentados, la gravedad por sí sola ayuda a mantener el ácido en el estómago.  

Intenta acabar tus comidas dos o tres horas antes de irte a la cama, evitando las siestas después de comer, las cenas tardías y picar algo a medianoche. 

5- Evita el ejercicio intenso  

En quinto lugar, reduce el ritmo después de cada comida durante, al menos, un par de horas.

Un paseo después de la cena está bien, pero un entrenamiento más intenso, especialmente si implica agacharse, puede enviar ácido al esófago. 

6- Perder peso puede ser la solución (en algunos casos)

En sexto lugar, el aumento de peso extiende la estructura muscular que soporta el esfínter esofágico inferior (EII), disminuyendo así la presión que mantiene el esfínter cerrado. Como resultado, es más fácil que pase contenido gástrico al estómago. 

La pérdida de peso y, por tanto, la disminución de la presión abdominal daría como resultado una mejora en la función de todos los mecanismos que contribuyen a evitar el reflujo gastroesofágico. 

8- Revisa tus medicamentos 

Finalmente, algunos medicamentos comunes, como los analgésicos antiinflamatorios, pueden relajar el esfínter o irritar el esófago, convirtiéndose en la causa de muchos de nuestros problemas digestivos. 

Una alternativa natural contra el reflujo y la acidez estomacal

Por último, ahora que ya sabes todo sobre el reflujo y acidez estomacal, ¡demuéstralo! Te retamos a hacer nuestro test: 

Bibliografía:

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