Estar confinados las 24h del día y tener cierta ansiedad por el miedo o la incertidumbre que nos genera esta situación puede hacer que ataquemos la nevera o despensa más de lo que nos gustaría, optando por alimentos poco saludables (alimentos procesados, snacks, bollería, galletas, embutidos, etc). El hambre emocional es un tipo de ansiedad que nos hace comer. No podemos negar que muchas veces no picamos por hambre, sino por aburrimiento o para evitar alguna emoción que nos cuesta gestionar (estrés, preocupación, incertidumbre, tristeza…). Esto es porque el ser humano le ha dado valor añadido al acto de comer y ha hecho que se convierta en algo más que una simple acción para satisfacer la necesidad fisiológica de nuestro cuerpo. Comer es una conducta, y como tal, en ella están involucrados muchos aspectos psicológicos. El peligro reside cuando comer es el principal y único mecanismo de afrontamiento que tiene una persona para calmar su ansiedad o aburrimiento. De esta forma, se entra en un circuito no saludable, realizando ingestas descontroladas y compulsivas que pueden ocasionar problemas digestivos. Si el aburrimiento o las emociones en estas semanas se ven canalizadas con la comida, te aconsejo que intentes aprender a gestionarlo otra manera. Busca distracciones, relájate, dedica tu tiempo en cosas que te ayuden a sentirte bien (hablar con familiares, ver series, documentales, leer, hacer un puzle, practicar deporte…) para que la comida no sea tu única vía de escape. Si después de tener en cuenta estos consejos sientes que realmente te apetece comer algo, preocúpate de comer bien, de recurrir a alimentos saludables y prepáralos tú misma. Esta será la mejor estrategia para evitar comprometer tu salud picando cualquier otro alimento procesado o poco saludable: Si estás leyendo este artículo probablemente es porque alguna vez has tenido alguno de estos problemas o los estés sufriendo durante estos días y quieres saber cómo prevenirlos o solventarlos. No te preocupes, te damos 3 consejos para cuidar y mejorar tu salud intestinal desde casa:
- Una ración de fruta: cuando quieras picar, recurre a la fruta como principal snack, ya que además de ser un alimento rico en vitaminas, minerales y antioxidantes, tiene mucha fibra que te ayudará a saciarte y a regular mejor el apetito entre horas. Prioriza la fruta entera y varía dentro de las opciones que te encuentres en el supermercado. Si no puedes conseguirla fresca, opta por fruta congelada o en conserva al natural. Además, si sientes que tienes más hambre, valora hacer un snack más completo y saciante donde incluyas alimento saludables.
- Una ración de lácteo o derivado vegetal: hazte un bol de fruta (entera o troceada) con un yogur natural de vaca, oveja, requesón, queso batido, yogur vegetal de soja, avena, coco, etc. Eso sí, asegúrate de que sean sin azúcar añadido. También puedes condimentar la mezcla con canela, coco rallado o cacao puro.
- Un puñado de frutos secos o cereales integrales sin azúcar añadido: puedes incluir un puñado de cereales o muesli sin azúcar añadido o aportar una ración de grasas saludables en tus snacks con frutos secos crudos, tostados enteros, troceados o semillas.
- Tostadas de pan integral: también puedes acompañar la fruta con una pequeña tostada de aceite de oliva, aguacate, queso fresco, hummus, crema de fruto secos, tomate, etc.
- Snacks más elaborados: cocinar algo más elaborado te ayudará a calmar la ansiedad y a gestionar el aburrimiento. Opta por recetas a base de alimentos saludables que tengas por casa (galletas, bizcochos, pancakes…)
- Hidratación: no te olvides de beber agua, infusiones o té. Te ayudarán a tener una mayor sensación de saciedad durante el día.
Artículo escrito por Adriana Oroz, dietista y nutricionista de la Clínica Alimmenta.
Nº Colegiada: CAT001394
Instagram: @adristylelife