La castaña y el boniato son los representantes más dulces y sabrosos del otoño.
Y es que un claro signo de que hemos entrado en esta estación es el inconfundible aroma que desprenden los puestos de castañas y boniatos asados en las esquinas de muchas ciudades.
Conozcamos un poco más a fondo a nuestros dos protagonistas:
- La Castaña, además de saciar considerablemente el apetito, es una rica fuente de nutrientes, como los hidratos de carbono complejos.
Estos hidratos de carbono aportan al organismo glucosa de manera lenta y sostenible, convirtiéndose así en una fuente de energía de calidad, y perfecta para los que necesitan este aporte de manera constante: los deportistas y los niños.Otros componentes de la castaña son:
– La inulina, una fibra de efecto prebiótico que forma parte de los principios activos de Vilardell Digest.
– La arginina, que mejora la circulación y hace que la insulina trabaje de manera más efectiva.
– La vitamina C, A, E, y compuestos fenólicos, grandes antioxidantes.
– Los minerales como el potasio, magnesio, fósforo y calcio que contribuyen al buen funcionamiento del sistema neuromuscular.A pesar de ser un alimento que, ingerido crudo, demasiado verde o en cantidades elevadas, puede afectar a nuestra digestión, es una buena aliada de nuestro tránsito intestinal.
Gracias a la cantidad de fibra que contiene, además de ayudar a cuidar la flora bacteriana para que nuestro sistema inmunológico funcione mejor, la castaña previene el estreñimiento y las dolencias y enfermedades del intestino grueso.Por eso, una buena recomendación para que todo nuestro sistema digestivo se beneficie de ella, es comerla cocinada, masticar muy bien cada bocado y no beber demasiada agua al comerla.
- El Boniato, al igual que nuestra gran protagonista, la castaña, es uno de los tubérculos más dulces, saciantes y con gran poder antioxidante del otoño.
Con una alta densidad nutritiva (sobretodo hidratos de carbono) y una carga glucemia que entra lentamente al organismo, hace que sea un alimento perfecto para la diabetes, pero siempre con moderación.Con unos componentes muy parecidos a los de la castaña, el boniato es un rico antioxidante, que, además activan el bazo y el pulmón, pero ¡ojo! si tienes algún trastorno renal, modera su consumo.Su parecido con la patata es considerable, pero se podría decir, comparando sus propiedades, que son una mejor fuente de fibra y proporcionan niveles ligeramente superiores de vitaminas y minerales.
Así que, si decides sustituir la patata por el boniato, no te lo pienses, ¡son una opción muy saludable!
Tan apreciados y representantes del otoño son la castaña y el boniato que, como no podía ser de otra manera, tienen su propia fiesta.
¿Quieres saber dónde se celebra y qué nombre tiene en cada lugar?
– En Cataluña la Castañada
– En Asturias el Amagüestu
– En Cantabria la Magosta
– En El País Vasco el Gaztainerre
– En Extremadura la Chaquetía
– En Galicia el Agosto
Si con todo lo que te hemos explicado se te ha abierto el apetito, con esta receta de crema de boniatos y castañas que te dejamos a continuación se te va a hacer la boca agua.
Sigue los pasos y disfruta de un plato ligero, súper nutritivo y tan dulce como delicioso:
Ingredientes:
Boniato 600 g
Castaña 150 g
Nata 150 g
Caldo de ave 300 g
Mantequilla 50 g
Sal y pimienta
Preparación:
1- Empezaremos envolviendo los boniatos en papel de plata y las castañas en otro paquete para que al asarlas (durante unos 30-40 min a 190 grados) se hagan bien por dentro y podamos quitarles la piel sin problema.
2- Una vez asados, les quitamos la piel y trituramos bien ambos ingredientes hasta que quede una textura de puré.
3- Una vez tenemos el puré uniformemente triturado, añadimos el caldo (según queramos más o menos espesor, la cantidad de caldo variará al gusto), la mantequilla y la nata.
4- ¡Salpimenta al gusto y listo!
Una receta riquísima que te aliviará de los primeros fríos de esta estación, ¡buen provecho!