Nuestro aparato digestivo, que alberga millones de neuronas y billones de bacterias, funciona como un segundo cerebro y por eso debemos cuidarlo como tal. Te proponemos un plan para evitar las digestiones lentas y, en ocasiones, el dolor abdominal que nos ocasiona la continua ingesta de platos copiosos.
Alimentos recomendables:
- Caldos caseros a base de cáscara de pollo desgrasado, marisco o verduras
- Consomés de verduras
- Berros, canónigos y rúcula. Su sabor amargo provoca que al comerlos bien masticados, segreguemos ciertas enzimas digestivas y que los jugos gástricos se pongan a funcionar, facilitando de esta manera la digestión
- Pescados y mariscos cocinados de forma saludable. Ya sea al horno, plancha o parrilla acompañados de algunas verduras también al horno, como alcachofas o espárragos
- Alimentos probióticos como el yogur, kéfir, miso, kombucha o chucrut
- Piña y kiwi por su alto contenido en fibra soluble que facilitan la digestión
- Infusiones como la manzanilla, anís estrellado, poleo o jengibre
Alimentos no recomendables:
- Grasas animales. Sobretodo carnes rojas, ya que sobrecargan nuestro sistema digestivo
- Coles y sus derivados. Por los gases que generan
- Alimentos procesados o ultraprocesados
- Alimentos ricos en azúcares
- Frituras y empanados
- Lácteos, ya que resultan indigestos por la lactosa
- Café, té y tabaco