Hepatitis
La Hepatitis se define como una condición inflamatoria del hígado.
Las funciones del hígado incluyen la desintoxicación de la sangre, el almacenamiento de vitaminas y la producción de hormonas. La hepatitis puede interrumpir estos procesos y crear graves problemas de salud en todo el cuerpo.
La prevalencia de hepatitis B y C en España se sitúa en el 0,6 % en el caso de la hepatitis B y 1,2 % en el caso de la hepatitis C. En el caso de la hepatitis A se producen 1,5 millones de casos clínicos, aunque su incidencia puede ser mayor debido a los casos asintomáticos.
Existen diferentes tipos y causas, pero los síntomas pueden ser similares. Por lo general, es causada por una infección viral, pero existen otras posibles causas de hepatitis. Estas incluyen la hepatitis autoinmune y la hepatitis que ocurre como resultado secundario de ingesta de medicamentos, drogas, toxinas y alcohol.
Los tres tipos principales de hepatitis se conocen como hepatitis A, B y C. Cada uno es causado por un virus diferente. Los tres tipos pueden ser agudos, durar 6 meses o menos, y los tipos B y C pueden ser crónicos, y durar más tiempo.
Los síntomas más comunes incluyen:
- Pérdida del apetito
- Cansancio
- Fiebre leve
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares o articulares
- Náuseas y vómitos
- Dolor en el vientre
- Orina oscura
- Heces de color claro
- Ictericia (coloración amarillenta de la piel y la esclerótica de los ojos)
- Sensación de picazón
- Cambios mentales, como aturdimiento o coma
- Sangrado en el interior del cuerpo
El tratamiento de la hepatitis consiste en reposo en cama, abstenerse del alcohol y tomar medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas. La mayoría de las personas que tienen hepatitis A se recuperan por sí solas después de unas pocas semanas.
La hepatitis B y C se tratan con medicamentos y en los casos más graves se puede llegar a necesitar un trasplante de hígado.