Estas vacaciones, ¡no descuides tu salud digestiva!
A medida que aumenta el calor, el sistema digestivo puede volverse lento y provocar ciertos problemas. Por ello, es fundamental cuidar los hábitos alimenticios y llevar un estilo de vida saludable para combatir sus síntomas.
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El verano ya está aquí, y también los problemas estacionales como la deshidratación y las dolencias estomacales. A medida que aumenta el calor, el sistema digestivo puede volverse lento y provocar ciertos problemas digestivos. Por ello, es fundamental cuidar los hábitos alimenticios y llevar un estilo de vida saludable para combatir sus síntomas. A continuación, te explicamos qué puedes hacer para cuidar tu salud digestiva en verano.

Mantente hidratado

Durante los días más calurosos, nuestro cuerpo intenta mantenernos frescos mediante la sudoración. Reponer esta agua perdida por el sudor es esencial. Por eso, es importante ser consciente de la ingesta de agua y asegurarse de no deshidratarse. Una buena forma de evitar la deshidratación es beber agua a un ritmo moderado, incluso si no tienes sed. Esperar a tener sed puede llevarte a beber a toda prisa y acabar hinchado. Un consejo divertido para aumentar el consumo de agua es aromatizarla con fruta o pepino. Además, se recomienda beber agua a temperatura natural, ya que el agua fría que da una sensación falsa de saciedad. ¿La deshidratación causada por el calor afecta a la digestión? La deshidratación puede provocar estreñimiento, insolación y náuseas, así que sí.

Come despacio

Durante el verano, el cuerpo gasta energía para mantener la temperatura interna baja. Esto desvía la energía de otros procesos corporales, como la digestión. Comer más despacio da tiempo a su sistema digestivo a seguir su ritmo. Para ello, corta la comida en trozos pequeños y mastica bien cada bocado. Tómate tu tiempo y disfruta de cada bocado.

Conserva la comida adecuadamente

Las comidas al aire libre y los picnics son comunes en esta época del año. Sin embargo, estos eventos centrados en la comida en el calor del verano pueden ser peligrosos para su digestión. La comida que se deja fuera a una temperatura incorrecta puede criar bacterias y provocar una intoxicación alimentaria. He aquí algunas pautas para mantener la seguridad de los alimentos:

  • No dejes la comida fuera durante más de cuatro horas.
  • Mantén calientes los alimentos calientes y fríos los alimentos fríos.
  • Lava bien las frutas y verduras, especialmente las de hoja verde.
  • No dejes los productos lácteos fuera de la nevera.

Come más fibra

Es importante consumir fibra durante todo el año, pero sobre todo lo es en verano. La digestión se ralentiza cuando hace calor, y la fibra ayuda a la digestión. Aprovecha para comer alimentos ricos en fibra. Las verduras crudas de color verde oscuro son una gran opción. Las frambuesas, los mangos y la papaya son alimentos ricos en fibra y muy refrescantes para el verano.

Haz ejercicio

El ejercicio regular es importante para mantener la salud. Sin embargo, con el calor y la humedad del verano, es más difícil realizar las actividades según a qué hora. Pero el clima veraniego no es excusa para no hacer ejercicio. Lleva tu entrenamiento al interior de un gimnasio. O si prefieres algo más ligero, una buena opción puede ser un paseo al aire libre por la mañana o por la tarde (cuando hace más frío). Una actividad de baja intensidad como ésta puede ayudar a la digestión.

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