A lo largo del año nos proponemos dejar el azúcar en todas sus formas, ya sea en bollería, alimentos procesados o ultraprocesados, alcohol, bebidas o esa costumbre de echarle una “cucharadita” al café. Esto se debe a que los azúcares refinados son adictivos, nos dan sensación de placer cuando los comemos, nuestro cuerpo empieza a producir más serotonina y calma nuestro estado de ánimo pero, a la vez, perjudica seriamente nuestra salud. Está demostrado que un consumo continuado puede provocar sobrepeso, aumentar la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, daña los tejidos, genera un posible aumento del riesgo de cáncer o diabetes, además de envejecernos antes. Entonces, ¿cómo deshacernos de esa ansiedad por consumirlo? En muchos casos, desde pequeños nos han dado azúcar; este es un motivo por el que vemos aquellos alimentos dulces como una recompensa por haber realizado un gran esfuerzo. Sin embargo, esto un hábito que realizamos de forma inconsciente pero del que, poco a poco, podemos despegarnos con voluntad, apostando por otros alimentos como alternativas saludables al azúcar. Aquí te mostramos algunas de ellas:
- Frutas: escoge aquellas más maduras porque significa que están más dulces. Algunas de ellas resultan ideales para prepararlas en el horno con un poco de canela espolvoreada o en compota.
- Frutas desecadas: son una alternativa muy buena al azúcar, ya que aportan mucho dulzor. Algunos ejemplos son los plátanos, las ciruelas, los orejones o el albaricoque. Actualmente, las podemos encontrar fácilmente en el supermercado y, si no es así, en tiendas especializadas.
- Verduras: hay verduras que resultan muy dulces, como es el caso de la calabaza, la zanahoria o el boniato. Usadas en cremas, salsas o masas de bizcochos estaremos aportando ese azúcar que nuestro cuerpo anhela.
- Canela o vainilla: aportan un sabor muy dulce. Se pueden añadir a los yogures, muesli, pasteles o café.
- Harinas alternativas: Por ejemplo, las de almendras, coco o avena. Son una alternativa muy saludable para preparar postres en los que no necesitaremos echar tanta cantidad de azúcar.
- Azúcar de coco: Se trata de una buena opción porque tiene un índice glucémico bajo. Aunque ese sea su nombre, no tiene sabor a coco, por lo que podremos endulzar las infusiones, el café o añadirla a la repostería.
Es importante también escuchar a nuestro cuerpo, dado que las ansias por darnos este capricho quizás estén enmascarando otras emociones como el estrés, la falta de afecto o la ira. En este caso, satisfacer nuestras necesidades reales con una sesión de relajación, un buen abrazo o una charla larga con un ser querido será mucho más sano y liberador que ingerir algo de azúcar.
