Cómo alimentar las bacterias intestinales para combatir la fibromialgia
Dada la relación entre el estado de nuestra microbiota y la fibromialgia, es esencial asegurarnos de que las bacterias que habitan en nuestro intestino y con las que tenemos una simbiosis esencial se encuentren en el mejor estado posible. A continuación, te dejamos una serie de alimentos que pueden ayudarte.
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La fibromialgia se caracteriza por provocar un dolor musculo-esquelético generalizado, padecer hipersensibilidad y no presentar ningún tipo de variaciones orgánicas. Actualmente, no existe una cura para esta enfermedad, por lo que los especialistas buscan tratar los síntomas de forma individual. A raíz de estos tratamientos, un grupo de investigadores, Amir Minerbi y Emmanuel Gonzalez, han descubierto una correlación de ciertos tipos de microbiota con la fibromialgia. Para comprobar que existía una correlación justificada, el estudio disponía de un grupo control de pacientes completamente sanos. Los científicos descubrieron que, en las personas que sufren fibromialgia, 20 especies diferentes de bacterias intestinales se encontraban en mayor o en menor cantidad que en las personas del grupo de control. Dada la relación entre el estado de nuestra microbiota y la fibromialgia, es esencial asegurarnos de que las bacterias que habitan en nuestro intestino y con las que tenemos una simbiosis esencial se encuentren en el mejor estado posible. Para alcanzar este objetivo, es fundamental recurrir a dos tipos diferentes de alimentos: los prebióticos y los probióticos. Prebióticos. Se trata de comidas muy ricas en alimento para los microorganismos beneficiosos de nuestra flora intestinal. Entre los más destacados, se encuentran los siguientes alimentos:

  • Alcachofas
  • Ajo
  • Cebolla
  • Puerros
  • Espárragos
  • Plátanos
  • Cebada
  • Manzana
  • Cacao
  • Semillas de lino
  • Trigo

Próbioticos. Son alimentos que contienen bacterias beneficiosas que se “suman” a las que ya tenemos en nuestra flora intestinal. Esto ayuda a mantener una población numerosa, lo que puede sernos muy útil para hacer frente a multitud de enfermedades. Los alimentos probióticos más comunes son:

  • Yogur
  • Kéfir
  • Miso
  • Tempeh
  • Chucrut

Los profesionales sanitarios recomiendan un probiótico para repoblar la microbiota intestinal después de largos tratamientos con antibióticos. El Vilardell Digest Probilac ayuda a restablecer la microbiota intestinal normal, tanto a corto como a largo plazo, y contribuir al crecimiento y desarrollo de Bifidobacterias beneficiosas, gracias a la presencia de Fructooligosacáridos con efecto prebiótico.

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